top
EL DEBER CUMPLIDO, suprema ley masónica . La actuación del deben guiarse por el cumplimiento del deber sostenido en la sabiduría, el altruismo y la fraternidad. Siendo una acción correcta cuando se realiza el bien sin que tengamos en cuenta las consecuencias que tal acto pueda acarrearnos. Implica tener la conciencia limpia por tener la voluntad de hacer el bien porque es bueno no por sus frutos. Debiendo comprender que las acciones de la persona son valoradas y castigadas por la conciencia, supremo juez interno, que castiga con el remordimiento las faltas, y premia con la satisfacción el cumplimiento del deber. Debiendo dirigirse los Masones hacia la perfección de sus acciones viviendo en armonía, concordia y unión con sus semejantes, siendo amables, prudentes y discretos. Distinguiéndose por la rectitud de sus acciones, sabiduría en sus palabras, y fraternidad el trato, y ser hombres de Honor, Virtud y Veracidad. Colocándose por encima de las vicisitudes humanas juzgando rectamente los derechos propios con los deberes hacia los semejantes.
Los derechos propios.
El Masón como todo virtuoso prefiere la muerte antes de claudicar en sus principios y dejar de cumplir con el deber, al comprender que no es matando al hombre como se vence al enemigo sino perdonándolo. porque sabe que el cuerpo es finito, y la idea y el alma son inmortales, por ser estas últimas eternas, indestructibles e infinitas. Para el que nace la muerte es cierta, y para el que muere, lo es el renacimiento, y para el Mason su mayor recompensa es la satisfacción de la conciencia y del deber cumplido. Y que al concluir su transito por esta vida se recuerden las virtudes que adornaban a la persona.
De verdad profunda todo lo escrito y para que todo aquello se haga práctico en la sociedad, es imprescindible, que siempre nos situemos en la sensibilidad de nuestro semejante, es decir ” ponernos en los zapatos del otro” como vulgarmente se dice, al expresar un sentimiento o afirmar una posición.